Visita por la Gelsa cristiana
Tras la expulsión de los moriscos decretada por el rey Felipe III (1610), la villa de Gelsa quedó prácticamente deshabitada. Fue don Juan de Funes Villalpando y Ariño, I marqués de Osera y señor de la baronía de Quinto, quien promovió la repoblación y cristianización de la villa. En ese momento se contaba con la vieja iglesia de San Pedro, en la calle homónima, que existía desde el año 1568.
Inicialmente, fueron los Franciscanos de Pina quienes se instalaron, abandonándolo años después por causas desconocidas. Fue el 11 de diciembre de 1631 cuando un grupo de religiosas Clarisas, procedentes del monasterio de Santa Catalina de Zaragoza, hicieron su entrada. Los patronos de este monasterio quisieron otorgarle un regalo procedente de los reyes de Navarra: un relicario que guardaba una de las espinas de la corona de Cristo (Santa Espina).

Sin embargo, a mediados del siglo XVIII esta iglesia era incapaz de contener al vecindario, por lo que tuvo que construirse otra de nueva planta en la plaza Mayor, bajo la misma advocación (Iglesia de San Pedro Apóstol). Más adelante, en 1816, se firmó una concordia con el conde de Montijo para promover la construcción de la torre y la ampliación de las naves, quedando esto último en proyecto y teniendo que tomar la iniciativa el pueblo. Finalmente, el Ayuntamiento decidió emprender las obras, que terminaron en 1863, quedando el templo en su estado actual.

Paralelamente a la construcción de la Iglesia, los señores temporales proveyeron la construcción de unos grandes graneros para guardar los diferentes tributos en especie (diezmo) que la población debía pagar. Este edificio es el actualmente conocido como la Diezma.

Durante muchos años, los gelsanos veneraban a la Virgen en la Ermita de Matamala. Existen diferentes versiones sobre cómo llegó a Gelsa la advocación a la Virgen del Buen Suceso, siendo la más extendida que los condes de Atarés, señores de Gelsa, tenían a su servicio una doncella muy devota de esta Virgen, imagen que se veneraba en la corte. Ante su insistencia, los señores encargaron una imagen idéntica a de Madrid y la colocaron en el santuario que ordenaron construir en el pueblo: la Ermita del Buen Suceso (ca.1739).

Si quieres conocer mejor todos estos lugares, objetos e historias, no dudes en apuntarte a la visita guiada por la Gelsa Cristiana, ¿a qué esperas?

¿Quieres saber más? En este vídeo documental emitido en TVE 2 puedes ver imágenes y grabaciones sobre La columna Durruti que pasa por Gelsa (1936) toma el camino de montaña.
Datos extraídos de la obra Apuntes crítico-históricos de la Villa de Gelsa de D. Francisco Falcón y Cercós, hijo predilecto de Gelsa y beneficiado de la iglesia parroquial de Pedrola.